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La Cofradía de la Purísima Sangre de Jesús estrenó en la Semana Santa de 1986 una nueva imagen, la del Cristo Resucitado, que fue obra del escultor de Torreblanca Barrufet.
Esta imagen, que se acabó para la Semana Santa de 1987, vino a completar la imaginería castellonense del día de Pascua en el encuentro de Nuestro Señor Resucitado con la Virgen del Amor Hermoso, también de muy antigua devoción en las tierras de la Plana.
La Purísima Sangre no incorporaba nuevas imágenes desde los años cuarenta, cuando, tras la guerra civil de 1936, la hermandad se vio obligada a encargar a los escultores locales Juan Bautista Adsuara, Bautista Porcar y Tomás Colón las nuevas.
En el año 1985, el clavario de la Purísima Sangre, el abogado Francisco Blanch, ayudado por los labradores Agustín Ramos y Vicente Segarra, acometió la tarea de incorporar la nueva imagen del Resucitado y de su correspondiente trono de plata que es portado, cada domingo de Pascua, por más de cuarenta costaleros que dirige el camarero de la imagen Agustín Ramos. Y así es, cada año, en la bella mañana de Pascua en Castellón.
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