El día de la Magdalena, tercer domingo de cuaresma, sobre las siete de la tarde, los cofrades se reúnen en la Capilla de la Purísima Sangre, junto con el Colegio Apostólico y se dirigen hasta el Forn del Plà, donde se encontrarán con la romería que llega desde la ermita de la Magdalena, evocando la costumbre ancestral de recibir a los romeros que regresaban del ermitorio.
rocesión es presidida por la imagen de Jesucristo Crucificado. En el momento del encuentro de las dos comitivas, tiene lugar el acto de les tres caigudes, acto de veneración de la Cruz protagonizado por tres niñas que encarnan las figuras de las tres Marías (María la Madre de Jesús, María la de Cleofás y María Magdalena) y un niño que representa la figura de San Juan.
Por indicación del antiguamente llamado “agüelo Reverències”, las tres Marías y San Juan inclinan tres veces la cabeza y efectúan tres genuflexiones ante la imagen del Crucificado, una hermosa talla del escultor castellonense Juan Bautista Adsuara.
Finalizado el acto se inicia la procesión nocturna por las calles de la Ciudad, desfilando en primer lugar la comitiva religiosa y cívica que regresa de la Magdalena, que finaliza en el interior de la Concatedral de Santa María, a continuación desfila la procesión de Penitentes en la que en la actualidad participan las diferentes cofradías de la Semana Santa de Castellón. La Cofradía de la Purísima Sangre desfila en último lugar, presidida por la imagen del Crucificado portada por los clavarios, cierra la comitiva el Prior de la Cofradía revestido con capa pluvial morada, acorde con la liturgia. Esta procesión, que es la primera procesión que se celebra en España en el tiempo de la Cuaresma, finaliza en la Capilla de la Purísima Sangre.
[1] Del artículo de J. Batiste publicado en la
revista “Pasqua” nº 2.
|
